Siete razones por las que nacen menos niños

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España es el país de la Unión Europea con menos ayudas a las familias, la prestación lleva congelada 14 años y está sujeta a un límite de renta muy bajo, lo que significa que tan solo una de cada diez familias la recibe. En Europa, sin embargo, ocho de cada diez parejas con niños disfrutan de este tipo de ayuda directa. Tener un hijo tiene, durante su primer mes de vida, un coste medio de 1.910 euros, según un estudio de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes.

 ABC. Laura Peraita. Madrid, 14/07/2014

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2013 nacieron en España 425.390 niños, un 6,4% menos que el año anterior, cifra que supone un descenso por quinto año consecutivo. Precisamente, en este análisis en el tiempo se aprecia un pequeño repunte en 2008, cuando nacieron 519.779 niños, el máximo en 30 años. En esta fecha fue cuando se puso en marcha el famoso cheque-bebé, una prestación económica no contributiva de 2.500 euros que recibieron las familias españolas entre el 1 de julio de 2007 y el 31 de diciembre 2010 por cada hijo nacido o adoptado en territorio español.

Durante 2008, más de 490.000 familias se beneficiaron de esta medida. A pesar de este pico en el número de nacimientos gracias a la contribución de este cheque, los expertos en cambios demográficos consideran que, aunque todo influye, los motivos económicos no son la causa principal por la que en España nacen menos niños. ?Esa es la excusa. Antes de 2008 y de la crisis económica, en la década de los 90, también nacían pocos niños?, apunta Alejandro Macarrón, director general de la Fundación Renacimiento Demográfico. Existen, por tanto, varios motivos por los que las familias españolas no tienen hijos o, al menos, no todos los que les gustaría. Entre los principales destacan los siguientes:

Lo que cuesta tener un hijo

Tener un hijo tiene, durante su primer mes de vida, un coste medio de 1.910 euros, según un estudio de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (Fuci). Los padres deben adquirir una cuna (con un coste medio de 319 euros); el colchón (78 euros); el cochecito de paseo (661 euros); la sillita de seguridad (119 euros); la bañera (66 euros); las tronas (154 euros); productos de higiene (26 euros); biberones (29 euros); leche (32 euros); ropa (260 euros); pañales y toallitas (86 euros). El coste total puede ascender a los 2.500 en el caso de comprar productos que no son imprescindibles como intercomunicadores, humificadores o extractor de leche.

Si avanzamos en el tiempo, el coste de un hijo en el primer año de vida puede oscilar -según datos de la organización Ceaccu- entre un mínimo de 6.000 euros a un máximo de 11.000. Si se contabiliza el gasto hasta que cumple la mayoría de edad, se estima en los 104.238 euros el coste total.

Escasas ayudas económicas

España es el país de la UE con menos apoyos a las familias. La única ayuda directa es la prestación por hijo menor a cargo, que es de las más bajas del continente, concretamente 24,25 euros al mes. Otras cifras bien distintas se manejan en nuestros países vecinos: Alemania concede 184 euros, Dinamarca entre 190 y 118 (en función de la edad del niño) y Noruega 125.

Además de esta diferencia, la prestación española lleva catorce años congelada y, según el Instituto de Política Familiar (IPF), está sujeta a un límite de renta muy bajo (11.519 euros), lo que significa que tan solo una de cada diez familias la recibe. En Europa, sin embargo, ocho de cada diez parejas con niños disfrutan de este tipo de ayuda directa.

Resulta también curioso el dato del incremento en el número de títulos de familias numerosas en España (unos 20.000 más en 2013 que en 2012). Según la Federación Española de Familias Numerosas, hace unos años muchas familias ?no se sacaban el título hasta que el mayor de los hijos iba a la Universidad; hoy lo sacan en cuanto nace el niño para beneficiarse de todas las ventajas y ayudas económicas?.

Cambio de valores

El mandato bíblico ?creced y multiplicaos? y el matrimonio ?para toda la vida? que no hace tanto prevalecía en España han ido perdiendo fuerza al mismo tiempo que el sentimiento religioso. En solo dos décadas se han producido 43.000 bodas menos cada año y las parejas que optan por contraer matrimonio lo hacen con una edad media de 34 años. Lo que sí crecen son las separaciones y divorcios. Se rompe un matrimonio cada 4,7 minutos (110.764 rupturas en 2012).

Los cambios sociales y la prosperidad económica respecto a nuestros antepasados no llevan implícito la llegada de más hijos. Todo lo contrario. Según Alejandro Macarrón, autor de ?El suicidio demográfico en España?, tener hijos y formar una familia ?no es hoy una prioridad para los jóvenes. Prefieren mantener su zona de confort, viajar… Son mucho menos esforzados y sufridos que nuestros antepasados -matiza Macarrón-. Por eso les da pereza el sacrificio personal y el coste económico que suponen los hijos, máxime cuando todos los padres quieren lo mejor para sus retoños. Y, eso, cuesta dinero?.

Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, añade que históricamente la gente tenía voluntariamente hijos como parte de su proyecto vital. ?Sin embargo, vivimos una crisis antropológica, hay un problema de mentalidad y de instalación en la vida, porque hoy no se le da la importancia a los horizontes vitales y no se crea el ambiente propicio para traer niños al mundo?.

Los expertos también advierten de que la sociedad debe ser más respetuosa con las decisiones de cada familia y no valorar negativamente la opción de apostar por la maternidad. Explican que hoy si una mujer es madre y desea quedarse en casa a disfrutar de su hijo, se dice que es una maruja y, si tienen muchos hijos, igualmente es calificada despectivamente.

Retraso en la edad de concebir

Al cambiar las prioridades, la edad de concebir se retrasa y muchas mujeres, cuando desean tener hijos, su reloj biológico les dice que ya es demasiado tarde. Según el INE, las mujeres alumbran actualmente a su primer bebé cuando cumplen los 30-31 años, una edad muy superior a los 25 años de la década de los 70. Tras pasar su edad fértil, alrededor de un 25%-30% de las españolas se quedan sin tener hijos, y otro 15%-20% solo tienen uno. Hace 35 años el panorama era bien distinto y el porcentaje de mujeres de más de 45 años sin hijos era mínimo, alrededor del 80% tenían dos hijos o más.

Vida laboral y conciliación

La incorporación de la mujer al trabajo no ha llevado pareja una serie de medidas para facilitar la conciliación en España. Según apunta el Instituto de Política Familiar, medidas como la flexibilidad horaria no tienen reflejo en el día a día de muchas familias. Solo uno de cada nueve españoles (11,9%) disfruta de ello, y tan solo dos de cada mil (2,6%) trabajadores elige su horario sin las limitaciones del empresario.

Desde la Red de Empresas Máshumano, su directora general, María Sánchez-Arjona, resalta que en este asunto falta mucho camino por recorrer, ?pero también hay mucho trabajo realizado por parte de pymes y grandes empresas?.

Ella confía en que los futuros líderes y gestores de equipos apuesten por modelos basados en la flexibilidad laboral y políticas de conciliación. ?Empresas como Acciona, Línea Directa, Orange, Microsoft, Unilever… apuestan por medir el impacto positivo de la implantación de medidas de conciliadoras?.

Mayor número de abortos

España es el tercer país de la UE con mayor número de abortos (112.390 en 2012), por encima de países tradicionalmente abortistas como Alemania (106.815), Italia (111.415) y Rumanía (87.975). Por cada cinco embarazos se produce un aborto en nuestro país, según datos de la Fundación REDMADRE.

?El alarmante número de abortos se debe a la falta de políticas de apoyo a la maternidad -apunta Carmina García-Valdés, directora general de esta Fundación-. También a la falta de información, porque muchas mujeres se sienten solas, desamparadas, y optan por abortar. La reforma de la Ley del Aborto estará incompleta si no se incluyen medidas de apoyo a la maternidad?, concluye.

Menos mujeres por el descenso de población

La población en España disminuyó en 220.130 personas durante 2013. El número de extranjeros descendió hasta un 7,8% debido a la emigración y, en el caso de los españoles, el saldo migratorio fue de -45.913. Emigraron 79.306 personas.

?Es lógico que con la salida de mujeres españolas y extranjeras de nuestro país -la mayoría en edad fértil- los nacimientos disminuyan. El número de mujeres fértiles ha caído un 2% el pasado año y la tasa de fecundidad un 4%?, advierte Alejandro Macarrón.

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