La primera parte del 2018 ha transcurrido con mucha actividad para Fundación REDMADRE. Hemos acompañado a miles de mujeres embarazadas con situaciones muy complicadas, realizado muchísimas actividades, y vivido varios cambios de presidencias y de juntas directivas en las Asociaciones REDMADRE. También ha sido un tiempo de ajetreo en la vida política española. En poco tiempo hemos asistido al cambio de gobierno, al nuevo liderazgo del partido popular y diferentes movimientos en Cataluña. Todo ello ha propiciado un escenario inestable.

En este escenario observamos varias crisis: política, económica, ideológicas, de la ética, entre otras. Una de esas crisis es la demográfica, que visualiza el miedo que las personas tienen a afrontar la paternidad y maternidad por no encontrar un entorno favorable a ella. Ya hemos hablado en otras ocasiones de esta cuestión por lo que no es el momento de incidir en ello.

Las crisis políticas, sociales y/o personales no son malas de por sí. Crisis es un concepto que supone cambio, dejar atrás lo que no vale y evolucionar con mejores estrategias y recursos. Para superarlas se necesita apoyo, dejar libertad de elección, crear un entorno propicio y ofrecer herramientas que faciliten la salida.

Desde esta pequeña tribuna hago un llamamiento a los políticos, a aquellos que nos gobiernan desde el Gobierno Central, comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos y a aquellos que legislan para que se centren en su misión principal, que no es otra que propiciar entornos más humanos donde los ciudadanos puedan tomar, con la mayor libertad posible, aquellas decisiones que van a marcar el devenir de sus vidas.

Tener o no tener hijos, y cuándo tenerlos, son decisiones clave para la vida de las personas. Los gobernantes tienen la obligación de remover los obstáculos que impiden a las personas acceder a la maternidad y paternidad. Ha llegado el momento de un pacto de Estado en estas materias (horarios, guarderías, desgravaciones, licencias parentales, apoyo a la maternidad vulnerable, etc.) donde se planteen líneas estratégicas claras, más allá del partido que gobierne, y creen, por lo menos en estas cuestiones, un entorno estable.