En los últimos años la opinión pública se ha concienciado mucho más acerca del drama del aborto, no sólo porque supone acabar con la vida del ser humano por nacer, indefenso e inocente, sino también porque la mujer sufre, quizás de por vida, unas secuelas psicológicas traumáticas. Asimismo, el aborto daña al conjunto de la sociedad que ve amenazada su supervivencia y bienestar con el dramático descenso demográfico.
Para acabar con el aborto, las asociaciones que defendemos la vida y la maternidad nos unimos una vez al año para difundir nuestra labor y nuestra intención de seguir influyendo en la opinión pública mostrando la dura realidad del aborto para la vida, la mujer y la sociedad entera.
Además, muchas asociaciones, como REDMADRE, trabajamos en toda España para acabar con este drama social, asesorando, apoyando y prestando toda la ayuda que precise cada una de las mujeres embarazadas que llegan a nosotros -más de 15.000 desde 2007- para realizar lo que su corazón le pide: ser madre. Nuestra acción es personalizada, individual, de una en una. Y estamos convencidos del poder de transmisión que cada madre ayudada ejerce sobre otras mujeres que están pasando por su misma situación. Los miles de casos que atendemos cada año nos llegan, en su mayoría, por haber recibido de otra mujer la información de la existencia de REDMADRE en su localidad y de la ayuda que tienen a su disposición. Ayuda que, muchas veces, proviene de la generosidad de algunas empresas y de familias que nos donan todo tipo de enseres para el cuidado del bebé, o de los cientos de voluntarios que ofrecen su tiempo y dedicación a esta maravillosa labor.
Así, poco a poco, paso a paso, estamos en el camino de conseguir ese fin del aborto por el que tantos miles de ciudadanos luchan y lo manifiestan públicamente por las calles de ciudades y pueblos de España.
